sábado, 24 de octubre de 2015

Oh Maria.

                                       
Yo no solía rezar
Hasta que la conocí.
Era difícil no ceder a sus tentaciones
En el pueblo decían que era ella
La dama de noche, vicio de los hombres.
Pero yo quería probarla, ocupar un lugar
Entre sus risos desordenados.
Le pedí una noche, solo una.
Ella divertida acepto y la seguí hipnotizada
Al llegar a la recamara se despojó de su vestido
Permitiéndome ver lo blanco de su piel 
Se acercó a mí y sin preámbulos me plantó un beso.
Sutiles sus labios, deliciosos.
Una caricia por la espalda, otra en las caderas
Me quita el suéter y la falda.
Sentía sus dedos explorar la humedad
Entre mis piernas, haciendo a un lado el vello.
Su lengua recorría mis senos y su mirada
Estaba fija en mí, se mordía los labios
Me gemía suavemente al oído.
La sentía dentro de mí
Haciendo movimientos lentos
-No te resistas, déjame mostrarte…
Y como quien obedece sin preguntar
Deje que una ola de placer inundara mi cuerpo
Haciendo la habitación pequeña, silenciando todo.
No sé si había pasado una o tres horas
Pero yo yacía desnuda, empapada en sudor
La habitación olía extraño me incorporo
Para encontrarla sentada en la ventana
Aun desnuda fumándose un cigarro.
Al verme sonríe y me ofrece un trago
Era una diosa tallada por la vida.
Un último beso fue plasmado antes de marcharse
Y de eso ha pasado seis años.
Yo no solía rezar
Hasta que la conocí.
Me he topado con ella varias veces
Como viento que mueve hojas
En las noches que el cielo este despejado
Le suelo gritar al viento
Oh María, sin pecado concebida
Tráemela una noche, solo una.

Sin nada.

Me voy, sin tiempo.
Sin mapas ni brújulas.
A encontrarme en lo verde,
Perderme en lo azul.
A correr descalza, bañarme en sueños.
Voy siguiendo un camino de virutas,
Que comienza en los adoquines de tu espalda.

Me voy, a beberme la vida
Sin fecha de regreso.
A perfumarme en azucenas,
Pa bailar un poco bomba y plena.
Al son que tus manos toquen.

Llegue sin invitación a tu cuerpo,
Y fui recibida como quien espera una vida.
Mi musa eterna, siempre disponible,
Para unos orgasmos y unos besos.
Contigo que siempre fui santa
Y siempre fui tan fulana

Llegue a beber de tu oasis,
A quedarme entre tus sabanas.
Para que me hagas tuya no solo hoy,
Si no también mañana.
Una caricia furtiva
En la humedad que posee mi alma

Me voy, un día o dos.
A la Habana o a España.
A beber café con mi vieja guitarra,
Y a cantar poesía con las rameras.
Me voy sabiendo que mis caminos
Siempre me traerán de vuelta a ti.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Tequila y limón

Una copa, dos copas.
¿Dónde estoy? ¿Qué es este dolor?
¡Oh, ya recuerdo! Si tu mueca me lo grita.
El vago recuerdo de lo que solíamos ser.
Día a día, intentándolo; buscando lo que fue.
Disfrazando la rutina, evadiendo el hoy.
Bañándome en recuerdos, cenándome las ganas.
Allí van tres copas más, quizás cuatro.
¿Qué hago cuestionando? Si yo fui quien cambie
Y ahora no me encuentro, por ningún lado aparezco.
¿Qué espero encontrar? Si estoy a seis vidas de ser quien fui.
El tiempo se me va, la vida sigue pasando
Cuatro paredes y una voz a lo lejos que grita
“Debes salir de ahí, el ayer es un mar inestable
No te dejará ir una vez te entregues por completo”
Lástima, redención y ansiedad como huéspedes
Sin hora de partida, viviendo de mí.
Cinco copas, quizás seis.
El dolor se calma y mi vista se nubla
El suelo me parece acogedor
Y en el techo brota un mar de estrellas.
Una lágrima, quizás dos
´Pero solo una copa más para entender
El desorden que llevo dentro
¡Oh vaya!

Necesitaré otra botella para arreglar esto

miércoles, 7 de octubre de 2015

Pieza divina.



Era angelical, pieza divina.
Musa de poetas, fantasía de lascivos.
Postrada entre arbustos verdes
Dejando que el mundo se fusione
Con sus minuciosos senos.

Era una obra de arte, pieza divina.
Verla allí cautivaba a cualquiera
Doncella cristalizada
Sonreía, como quien lo sabe todo.
Consciente de sus encantos.

Era una lujuriosa, pieza divina.
Vaivén embriagante de caderas
Inocente rostro que emanaba orgasmos
¿Qué sucedía? ¿Realmente la deseaba?
¿Cómo podía estar pasándome esto?

Era como la noche, pieza divina.
Cubriéndome con su manto
Incitándome pasiones prohibidas
La noche te juega trucos
Y de todos, ella era el favorito.

Tres pasiones

Quiero ser la línea que adorna tu palma. Amanecer en la liviana delicadeza de tu pecho, quiero que de tus cálidos labios emane mi nombre 
luego de una mañana llena de pasión.

Quiero una taza de café, quizás dos. Un dulce beso que me recorra el sendero que baja por mi cuello.
Quiero una mirada de esos inminentes ojos, quizás dos.
Que me desnudes el alma a sonrisas.
Quiero de ti todo.

Quiero que la amargura que habita en ti se mezcle con mi dulzura. 
Dulzura apasionada con deseos de ser suya. 
Quiero una mañana, quiero una tarde, quiero una vida, una vida combinada de pasiones.

Es un dúo de almas. 
Revolotean a mí alrededor.
Dulces ninfas pintadas de azul
Inspirándome pasiones prohibidas.
Desatándome la locura
Invitándome a ver el mundo con sus ojos

Pasiones que llevan a la deriva, tentaciones destructivas.
De las que jamás olvidas.
Mientras estás queriendo que sea tuya.

Entre tragos y cervezas
Lunas y deslices 
Yacían nuestras almas en aquella noche
Preguntados que podríamos hacer
Si solo quisiéramos..

Si solo quisiéramos calmar estas ganas, si solo me dejaras llegar a ti, a tu más oscuro deseo, a ese tan bello anhelo. 

Si solo pudiéramos olvidar lo que somos, los errores, las demás pasiones y dejar que nuestras almas jueguen.

Que hambre tenemos, que hambre tienen nuestras almas, que hambre! 
Ven, ven que te espero con más ganas que nunca, te deseo más que nada ahora, quiero desnudar tu tierna y perfecta piel. 
Quiero hacernos uno. 
Quiero ser más de lo que soy ahora, amor.

Así como el sol y la luna en la línea del mar se unen, quiero que en cada puesta del sol nuestras almas se junten. 
Poséeme, te lo exijo.
Quiero ser tuya y mía. 
Serlo todo contigo.

Ser tu amante, la que te da todo. 
Ser tu mujer, la que te cuida, 
incluso con enojos.

Madre comprensiva, quien te pinta las nubes grises.
Mujer, quien fluye contigo.
Yo, quien te recorre los deseos sexuales. La oración sin terminar, el cambas vacío.

Ser la causa de tu humedad,
convertirme en tu humedad. 
Quiero estar en ti. 
¡Quiero que estés dentro!

Dulce amor que me provoca orgasmos, te quiero como las hojas al sol. Indispensable, desmedidamente.
Me has hecho una adicta, no vivo sin tu sonrisa y sin tus manos no soy.

No soy nada sin esos besos. 
No doy nada sin el tacto de tus dedos sobre mi pecho.

¡Ay, que tortura!

viernes, 2 de octubre de 2015

Madre II


Mi alma fue pintada de montañas
Con aroma a lluvia en la noche
El viento errante es brújula
Que me dibuja el camino.
Auroras danzan junto a mí
Siguiendo el compás de las olas.
A mi madre le juré reverencia
Cada vez que llegara a su tierra.
Nubes grises acojinan mis curvas
Tulipanes bañan mi desgastada piel.
Por mis venas penetran mares
Y mi cabello es matojo de antojos.
Aquí estoy, entregándole mis versos
Al mar, a las montañas, a mi madre.