Hace algún tiempo ya:
Una noche estaba en el cuarto de
mi novio y tome uno de sus enormes abrigos y lo bañe en perfume. Olio fuerte
toda la semana, incluso tres semanas luego continuaba oliendo fuerte. Han
pasado casi cuatro meses desde que eso sucedió y todas las noches antes de
dormir pongo una parte de su abrigo en mi cara y aún huele. Respiro su esencia
en su ausencia, me hace compañía en mis noches frías; puedo tenerlo de forma
infinita
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