sábado, 26 de septiembre de 2015

Mujer


Para muchos son demonios disfrazados
Para otros, el mejor de los augurios.
Para mí, era ella.
La veía correr desnuda entre los matojos del rió
Bañándose en aguas vírgenes y cristalinas.
El verde de las hojas hacia juego con sus ojos
Y en su rostro corría un mar de pecas.
Tarareaba una canción mientras el sol
Le moldeaba su perfecta figura.
Su corta melena le caí con revuelo en la espalda
Aquella mulata lo tenía todo.
Al mirarla, allí sentada entre todo el paisaje
Pude entender que veía el reflejo de la madre.
Madre naturaleza en su forma preferida
En forma de diosa, ninfa;

De mujer.





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