Él era fuego,
Ella, agua.
Los dos cautivaban el mundo.
Eran grandes, ingeniosos, brillantes
Pero diferentes.
Él era artista,
Ella una escritora.
Ella leía hasta dormida,
Él no quería saber de libros.
Él salía a fiestas,
Ella se quedaba en casa.
Ella era demasiado sensible,
Él no creía en eso
Ambos arrasaban con lo que
encontraban a su paso,
Y poco a poco todo fue encajando.
Juntos formaban uno,
Un gran y hermoso caos.
Una gran batalla les esperaba por
delante debido a sus diferencias,
Pero culminaban los días
Despidiendo al sol y saludando a la
luna.
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