Quiero ser la línea que adorna tu palma. Amanecer
en la liviana delicadeza de tu pecho, quiero que de tus cálidos labios emane mi
nombre
luego de una mañana llena de pasión.
Quiero una taza de café, quizás dos.
Un dulce beso que me recorra el sendero que baja por mi cuello.
Quiero una mirada de esos inminentes
ojos, quizás dos.
Que me desnudes el alma a sonrisas.
Quiero de ti todo.
Quiero que la amargura que habita en
ti se mezcle con mi dulzura.
Dulzura apasionada con deseos de ser
suya.
Quiero una mañana, quiero una tarde,
quiero una vida, una vida combinada de pasiones.
Es un dúo de almas.
Revolotean a mí alrededor.
Dulces ninfas pintadas de azul
Inspirándome pasiones prohibidas.
Desatándome la locura
Invitándome a ver el mundo con sus
ojos
Pasiones que llevan a la deriva,
tentaciones destructivas.
De las que jamás olvidas.
Mientras estás queriendo que sea
tuya.
Entre tragos y cervezas
Lunas y deslices
Yacían nuestras almas en aquella
noche
Preguntados que podríamos hacer
Si solo quisiéramos..
Si solo quisiéramos calmar estas
ganas, si solo me dejaras llegar a ti, a tu más oscuro deseo, a ese tan bello
anhelo.
Si solo pudiéramos olvidar lo que
somos, los errores, las demás pasiones y dejar que nuestras almas jueguen.
Que hambre tenemos, que hambre tienen
nuestras almas, que hambre!
Ven, ven que te espero con más ganas
que nunca, te deseo más que nada ahora, quiero desnudar tu tierna y
perfecta piel.
Quiero hacernos uno.
Quiero ser más de lo que soy ahora,
amor.
Así como el sol y la luna en la línea
del mar se unen, quiero que en cada puesta del sol nuestras almas se
junten.
Poséeme, te lo exijo.
Quiero ser tuya y mía.
Serlo todo contigo.
Ser tu amante, la que te da
todo.
Ser tu mujer, la que te cuida,
incluso con enojos.
Madre comprensiva, quien te pinta las
nubes grises.
Mujer, quien fluye contigo.
Yo, quien te recorre los deseos
sexuales. La oración sin terminar, el cambas vacío.
Ser la causa de tu humedad,
convertirme en tu humedad.
Quiero estar en ti.
¡Quiero que estés dentro!
Dulce amor que me provoca orgasmos,
te quiero como las hojas al sol. Indispensable, desmedidamente.
Me has hecho una adicta, no vivo sin
tu sonrisa y sin tus manos no soy.
No soy nada sin esos besos.
No doy nada sin el tacto de tus dedos
sobre mi pecho.
¡Ay, que tortura!
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