Musa de poetas, fantasía de
lascivos.
Postrada entre arbustos verdes
Dejando que el mundo se fusione
Con sus minuciosos senos.
Era una obra de arte, pieza
divina.
Verla allí cautivaba a cualquiera
Doncella cristalizada
Sonreía, como quien lo sabe todo.
Consciente de sus encantos.
Era una lujuriosa, pieza divina.
Vaivén embriagante de caderas
Inocente rostro que emanaba
orgasmos
¿Qué sucedía? ¿Realmente la
deseaba?
¿Cómo podía estar pasándome esto?
Era como la noche, pieza divina.
Cubriéndome con su manto
Incitándome pasiones prohibidas
La noche te juega trucos
Y de todos, ella era el favorito.
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