martes, 27 de enero de 2015

Cartas para él.

Le tengo miedo a que yo no sea la razón por la cual te levantas feliz en las mañanas, o la razón por la cual quieres que sea de noche.
Le tengo miedo a que encuentres a alguien más, que supla tus necesidades, incluso,  mejor que yo.
Miedo a que encuentres ese algo en los ojos de alguien,  ese aroma que se te queda impregnado, que otros labios te despierten curiosidades.
Miedo a que llegue el día en el que te bese, te toque, te mire, te escuche y te respire por última vez.
Le tengo miedo a la vida sin ti, a vivir con la sinfonía titulada “se fue y no volverá”.
Le tengo miedo a el sentimiento vació de saber, que en algún momento, llegara otra que se volverá todo; tu todo.
Miedo a perder mi poesía, mi encanto, mi cielo.
Miedo a perderte y sentir que muero.





viernes, 23 de enero de 2015

Predicando la moral en pantys baratos.

Puta = Mujer que practica el sexo con hombres con los que no tiene relación de pareja y, en general, es fácil de conquistar o toma la iniciativa.
Puta = Mujer que se viste con escotes o pantalones cortos.
Puta = Mujer que se ha besado más de 40 personas.
Puta = Mujer que se ha acostado con más de 20 personas.
Puta = Mujer que es coqueta.
Puta = Mujer que no te cae bien (conociéndola o no)
Puta = Mujer que se atreve a hacer cosas que tu no.
Puta = Mujer que se masturba diariamente.
Puta = Mujer que tiene orgasmos solo porque si.

Me encanta ver mujeres utilizando la palabra puta para todo, pero más me gusta el verlas en alguna red social escribiendo que quieren libertad de ser ellas mismas sin que las juzguen. Quieren el famoso “freetheniple” pero si alguna mujer sube una foto mostrando sus tetas “oh dios, pero es que esta puta no se respeta”. Dicen “si el hombre puede tener sexo con muchas mujeres sin ser juzgado pues yo también” pero ven que fulana se acostó con cuatro y dicen “qué asco de mujer, tan puta, y así quieren que la valoren.” Las personas necesitan entender que el único significado de puta es “Persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero”. Y aunque venda su cuerpo por dinero, el término no es denigrante, la mujer no se valora ni más ni menos por eso. Tenemos que dejar de utilizar la palabra puta para denigrar a la mujer porque si dices ser feminista y le dices puta a una mujer solo porque si déjame decirte que estas predicando la moral en los pantys más feos que puedas tener.  Si el querer tener múltiples orgasmos me hace puta, lo soy. Si el querer masturbarme cuando yo quiera me hace puta, lo soy. Si me visto enseñando mis tetas me hace puta, lo soy. Si el besarme con 16 personas me hace puta, lo soy. Si el mostrar mi cuerpo aunque no esté flaca me hace puta, lo soy. 


“No dejes que nadie trate de convencerte de que no puedes por el simple hecho de que eres mujer. Comienza una banda, escribe un libro, se doctora. Cambia el mundo, jamás te avergüences de ti misma.”

viernes, 9 de enero de 2015

El vals del orgasmo.

Director de mis sinfonías perversas, sucias.
En la cama suena un vals de cuerpos incorporados, sonsacando.
Aroma embriagador por las esquinas del cuarto, puedo sentirte
Quiero tomarte.
Fundidos en un furtivo oleaje, es un vaivén.
Donde la marea sube, donde la marea baja.
El está ahí, en tierra.
Yo estoy acá, en aire.
Es hora de la última pieza
y le damos rienda suelta al deseo.
Me dejo ir en el éxtasis de tus manos, de tu boca,
De tu lengua danzarina.
El milagro sucede, la música cesa
La marea baja.
El milagro ha sucedió y todo fue exquisito.
La noche fue testigo
Del vals que bailan nuestras almas.


viernes, 2 de enero de 2015

Casa de playa.




Una luz tenue me levantó, ¿qué hora será? Miro el reloj y son las 4:50 de la madrugada de algún martes. Me volteo para verlo plasmado, la obra de arte más bella del mundo; el. Esta dormido profundamente, debido a su insomnio es cosa de celebrar así que lo dejo dormir y tomo el abrigo que hay en el suelo. El bonito abrigo color azul de rayas que tanto me encanta, el mismo abrigo que horas antes me quito con la ternura y pasión de dos amantes. Una pequeña sonrisa brota de mis labios y continúo para la sala, atravieso el pasillo forrado de fotos. Fotos de él, fotos mías, fotos familiares, sus pinturas, llego a la cocina y miro por la ventana, ya casi amanece. Me sirvo un poco de agua en mi taza con forma de gato, en la mesa de la sala están las copas y el vino de anoche.
El estaba sentado en el sofá, con su camisa color negra y sus mahonés grises. Con la mitad de la copa vacía me miraba indescifrablemente. Yo estaba sentada en el suelo cerca de la chimenea, usaba mi lindo vestido de flores junto a su abrigo color azul de rayas y el pelo alborotado (como siempre). 
-¿Qué te trae bailando en el cinturón de Orión? dice dándole el último sorbo a su copa.
- En lo bien que se te ven esos mahonés le contesto; seguido de unas miradas disfrazadas y unas cuantas risas  me anime a contarle lo que me pasaba realmente.
-Hay días que el miedo me invade, mi vida era bastante simple antes de tu aparición. Nada me quitaba el sueño, vivía viajando en mis libros y mis prioridades era mantener con vida a mi pez y conseguir dinero al final de día para poder sustentarme. Pero apareciste, de la nada, porque si y mi mundo fue un caos. Cartas, besos, caricias, charlas, malos hábitos, terrible humor, un artista, un genio, un sádico, un romántico, egocéntrico y niño. De eso se componían mis pensamientos, pase de depender de cómo terminaba el final de un libro a como terminaba cada una de sus palabras. Estaba enamorada como nunca antes y eso me asustaba. Estoy enamorada de ti y todas tus mañas, pero quiero que te quedes para siempre.
Podía verlo, la luz del fuego enfocaba su rostro a la perfección, el silencio era agobiante. Permanecía sentada de alguna forma extraña hasta que al fin lo vi caminar hacia mí; se sentó junto y me miraba con ojos perdidos, tomo mi rostro en sus deliciosas manos y me besó. Me besó despacio, permitiéndome respirar su aroma y saborear su alma. Entre caricias, besos y suspiros terminamos en la cama, aún vestidos, aún con ganas. Lentamente baja la cremallera del abrigo y me lo quita con esa sonrisa de picardía, como un niño comenzando una travesura. Una vez que el abrigo cae al suelo me mira y me dice “Te amo, mi pequeña niña y mi inmensa mujer”
El resplandor del sol hizo que retornara a la realidad, eran las 5:20 de la mañana y el seguía durmiendo. Abrí la puerta del balcón para saludar a mi madre, danzaba en las olas y en los rayos del sol, radiante como siempre. La playa estaba desierta, estaba desnuda así como me gusta; decidí entrarme en ella así camine hasta la orilla del agua y me senté.  Me sentía viva pero me di cuenta que algo me cubría de pies a cabeza; la melancolía. Lo quería, si lo miraba sabía que ese era el hombre al que amaría por el resto de mis días y tenía miedo. Miedo a que el no sintiera lo mismo, que no me viera como yo lo veo. Mi desfile de pensamientos fue interrumpido por un cálido beso en la cabeza, mi artista de había levantado. Traía una manta y un bulto,  la extendió y cubriéndome me pregunto ¿Qué haces medio desnuda con este frio sentada ahí? Necesitaba brisa con sabor a playa, le dije. Se quedó junto a mi callado durante un rato. Vimos como del océano brotaban las nubes y danzaban hasta llegar a lo más alto del cielo, también, a lo lejos en el muelle vimos a una pareja sacar su pequeño bote para pasar lo que parecía ser un excelente día.
Inesperadamente él toma mi mano y la besa, me acerca a él y al oído casi susurrando me dice

- Jamás encuentro las palabras correctas para expresarte cuán importante eres, y cuando las encuentro se me pierde el coraje para decirlas. La otra noche vi tu alma desnuda, te vi a ti con todos tus miedos y con todo el amor que tienes, entonces supe nuevamente porque te escogí para pasar el resto de mis días contigo. Has estado en cada paso que doy, aun sabiendo que alguno de esos pasos me alejaba de ti. Fuiste mi brújula cuando me encontraba extraviado, mi amiga cuando deseo hablar de cosas que no te interesan y has sido toda una diosa para mí en aspectos que ambos sabemos.  No soy muy bueno en esto, y sé que estas no son las palabras que deseas oír solo sé que te amo y lo haré hasta que mis ganas de plasmar tu sonrisa en un canva se vayan, hasta que me haya cansado de hacerte el amor, hasta el día en que me muera. Te amo, y no dejare que te marches de mi vida nunca.
El sonido de las olas cubría mis sollozos, las lágrimas bajaban por mis mejillas y las palabras no me salían. Lo mire y él tenía una inmensa sonrisa y sus ojos me miraban con ternura. Me quito ambas mantas y del bulto saco su abrigo azul de rayas, me lo puso y me dijo:
-Quédate conmigo para siempre.
Y le dije:
-Me quedare contigo hasta en las ocasiones que quieras estar solo.
Lo beso y le digo:
-Te amo, renacuajo
Me besa y me dice:
-Te amo, mi niña.
  

Soy y eres.

Quiero que tomes mi mano y me sigas, pero no me preguntes a donde si no la magia se iría.
Quiero que viajemos mil lunas en una noche, solo acostados mientras nuestras manos se juntan con algunos roces.
Quiero que la espontaneidad brote, que me tires a la cama, me desvistas y me tomes.
Quiero que me consumas, que en una noche me hagas mil veces tuya.
Quiero ser esa mujer, la que saca lo mejor de ti pero jamás olvida el hombre que solías ser.
Quiero que me regales todas tus sonrisas, prometo guárdalas en una caja para cuando me sienta triste abrirla.
Quiero que seas y ser.
Quiero una larga y plena vida junto al amor de mi vida.


jueves, 1 de enero de 2015

Amores literarios.

Me he enamorado de forma literaria, de una mujer. Una mujer que me atrapa con su vaivén de ideas y con su libertinaje de ser ella, sin polémica alguna. Mujer de palabras con gracia, que son boletos para errar a mundos de deseo y entrega. Aunque tal vez no tenga deseos de acariciarla hasta llevarla a la cama, podría pasar horas escuchándola, y tendría la misma cantidad de orgasmos. Me he enamorado de sus enormes cachetes y sus grandes labios, de la lluvia de pecas y de cómo su cabello hace juego con sus ojos; de sus versos, su descabellada mente y de la manera en la que me inspira.
 Quizás, en otra vida le haga el amor y tenga ese amorío lésbico con ella, pero lo que sí es seguro es que en mi mundo de versos y libros, es mi amor literario.